Cáncer de riñón: lo que necesitas saber

Es una enfermedad poco común, pero su detección temprana hace la diferencia entre un tratamiento sencillo y uno más complejo. En muchos casos se descubre por casualidad, durante un ultrasonido o tomografía realizada por otra causa.

Es un crecimiento anormal de células dentro del riñón que forman un tumor. El tipo más frecuente es el carcinoma de células renales.

En etapas tempranas, puede no causar síntomas. Por eso es importante no ignorar hallazgos en estudios de imagen.

Cuando se manifiesta, los signos más frecuentes son:

• Sangre en la orina (aunque sea un solo episodio).
• Dolor persistente en la espalda baja o en el costado.
• Masa abdominal palpable.
• Pérdida de peso sin causa aparente.
• Cansancio excesivo o fiebre ocasional.
• 
  

Importante: estos síntomas no siempre significan cáncer, pero sí requieren la valoración de un urólogo.

• Ultrasonido: suele ser el primer hallazgo.
• Tomografía computarizada (TAC) o resonancia magnética: permiten saber el tamaño del tumor, su localización y si se ha extendido.
• Análisis de sangre y orina: evalúan la función renal.

El tratamiento depende del tamaño del tumor, su extensión y la condición del paciente:

• Cirugía parcial del riñón (nefrectomía parcial): se retira solo el tumor conservando el resto del riñón. Es la opción preferida para tumores pequeños.

• Cirugía radical del riñón (nefrectomía radical): se extirpa todo el riñón afectado. Puede realizarse abierta, laparoscópica o robótica.
• 
  
• Terapias mínimamente invasivas (ablación por radiofrecuencia o crioterapia): en pacientes seleccionados.

• Tratamientos sistémicos (inmunoterapia, terapias dirigidas): en casos avanzados o metastásicos, manejados en conjunto con el especialista médico de oncología.

Debes acudir a consulta si:

• Te detectaron un quiste o tumor en el riñón en un ultrasonido o TAC.
• Presentas sangre en la orina.
• Tienes dolor lumbar persistente.
• Hay antecedentes familiares de cáncer de riñón.